Estrenos en el cine Gaumont con la presencia de sus realizadores

El jueves pasado se estrenaron en el Cine Gaumont, acompañados por sus realizadoras y realizadores, los documentales Nuestra venganza es ser felices, de Malena Villarino; Reformadores, de Marina Zeising –una visión sobre la comunidad protestante luterana de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata–; y Alma, un drama psicológico escrito y dirigido por Juan…

El jueves pasado se estrenaron en el Cine Gaumont, acompañados por sus realizadoras y realizadores, los documentales Nuestra venganza es ser felices, de Malena Villarino; Reformadores, de Marina Zeising –una visión sobre la comunidad protestante luterana de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata–; y Alma, un drama psicológico escrito y dirigido por Juan Pablo Martínez.

Una columna de más de cincuenta mujeres, al grito de “No están perdidas / no están perdidas / son desaparecidas para ser prostituidas” recorrió la Avenida de Mayo, desde la vereda que enfrenta al Congreso hasta la puerta del Cine Gaumont. Así comenzó el estreno y la presentación de Nuestra venganza es ser felices, documental de la realizadora Malena Villarino, que, para la ocasión, estuvo acompañada por Sonia Sánchez, protagonista del film, y Laureano Gutiérrez, el productor.

Ya en la sala, la directora expresó: “Vamos a empezar con los agradecimientos, son cientos, y si me olvido de algunos, sepan disculpar, son los nervios”. Y continuó: “Quiero agradecer especialmente a las chicas de Gafas Violetas, a la DAC (Directores Argentinos Cinematográficos) y a mis compañeras de RDI (Realizadores Integrales de Cine Documental)”. 

Luego tomó la palabra la protagonista del documental, Sonia Sánchez: “Gracias a todas y a todos los que están aquí. El cine está lleno. Y mi alma está llena de alegría, aún llorando. Estoy aquí parada porque no estoy sola, están cada uno de ustedes, que apoyan a que mi alma sane. Porque siempre digo, las mujeres que estamos vivas, que salimos vivas de la prostitución, no estamos sanas. Y esta es nuestra venganza, ser felices. Vamos a lograr ser felices todas. Por las 35 mil que no están presentes, por ellas esta película”.

Antes de la proyección, acerca de la película, Sánchez afirmó: “Nuestra venganza es ser felices, primero, es una bandera del feminismo. Esta es una lucha muy profunda que estamos dando. Es una bandera por la lucha de los derechos de las hermanas que están siendo golpeadas en Jujuy, las hermanas que fueron presas en el sur, las casi 35.000 mujeres desaparecidas para ser prostituidas en democracia, que no son nombradas, que no sabemos dónde están. La película habla de todo eso, habla de derechos y de una vida libre de violencia”. 

Malena Villarino agregó: “Sí, es una bandera, porque la película es durísima. Pero así como la gente sale muy conmovida por el nivel de violencia que describe, también sale muy conmovida por el nivel de alegría y de inspiración a luchar contra todas estas violencias. Porque Sonia denuncia desde las violencias más brutales, como la explotación sexual, hasta las violencias micromachistas. Poder luchar desde la alegría es un desafío, sobre todo en estos tiempos neoliberales feroces que corren. Estamos llevando la película a las cárceles, la idea es llegar a las escuelas, y la vamos a llevar a las plazas. Arrancamos con una performance, esta fue una decisión política: acompañar el estreno con nuestros cuerpos, denunciando artísticamente, conmoviendo a la gente, invitándola”.

Nuestra venganza es ser felices sigue a Sonia Sánchez, una mujer nacida en la provincia del Chaco que, siendo apenas una adolescente y recién llegada a Buenos Aires, fue traficada por una red de trata de personas. El documental muestra, a través de entrevistas, la transformación de Sonia, hoy militante y escritora feminista, que lucha por erradicar esa forma de explotación sexual. La película invita e interpela a las y los espectadores a sumarse a esa lucha y pensar en un mundo más justo.

Reformadores es un documental de la realizadora Marina Zeising sobre la comunidad protestante luterana de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) en Buenos Aires. La película da cuenta de cómo perdura la visión reformadora de Lutero en un país monopolizado por el catolicismo, y cómo la Iglesia fue mutando desde su origen alemán hacia una perspectiva local abierta e inclusiva, con perspectiva de género, ligada a las problemáticas relacionadas a los Derechos Humanos, la ecología, el arte, la cultura y el impacto social de las crisis recurrentes en nuestro país. 

Marina Zeising, realizadora del film, presentó el documental acompañada por el pastor Leonardo Schindler, presidente de la IERP; Sabino Ayala, pastor de la Acción Social Ecuménica; y Paula García, asistente de dirección. “Aquí estamos en esta primera función, después de cuatro años de trabajo. Traté de mantener el gen de lo que fue el proyecto original de Fernando Massa, pero también entendiendo que soy otra persona y tengo otras miradas, también a nivel social. Entonces, me reencuentro con otra Iglesia. Una muy cambiada. Se van a sorprender de la película, no por la película misma, sino por la Iglesia, por todo el trabajo que hacen”, expresó la directora.

El presidente de la IERP, afirmó: “En nombre de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, quiero agradecer a Marina y a todo el equipo que estuvo trabajando en la elaboración de este documental. Desde la IERP no hacemos más que seguir aquello que entendemos que son los mandatos cristianos, que es la forma de entender el Evangelio que tiene que ver con el compromiso en favor de la vida, de las personas, sin distinción alguna, y que trata de construir con nuestros pequeños aportes una sociedad que sea más humana, más ecológica, en la que nos podamos cuidar y ayudar mutuamente”.

Por su lado, el encargado de la Acción Social Ecuménica también agradeció a la directora: “Soy pastor de ASE, tenemos nuestro Centro Comunitario y nuestra comunidad en el partido de San Fernando. También quiero agradecerle a Marina por realizar esta película, que nos ayuda, por un lado, a documentar nuestro trabajo, y por otro lado, a darle difusión. Y darle difusión a un tipo de Iglesia que es un poco diferente a eso que se conoce como las Iglesias evangélicas en nuestro país, que están siempre tan asociadas a lo conservador, a lo que tira para atrás”.

En charla previa a la presentación de Reformadores, Zeising contó: “Yo vengo históricamente de una familia luterana, y si bien me confirmé no soy practicante, pero 30 años después, sucede que me acerco para hacer un documental sobre esta comunidad y me encuentro con una religión y orientación cristiana completamente reformada de lo que yo conocí hace 30 años, en la década de 1990. Esta generación de nuevos pastores tomó otra perspectiva respecto a las cuestiones de género y a los Derechos Humanos, la ecología, el trabajo social con los chicos del conurbano. Ya no es aquella Iglesia alemana que se formó para recibir a los migrantes alemanes, sino que, ahora, abraza a todas las causas sociales de la Argentina. Inclusive se posicionaron a favor de determinadas leyes como la de Matrimonio igualitario y la Interrupción Voluntaria del Embarazo, lo cual, para una Iglesia cristiana, fue muy novedoso”.

El último estreno de la jornada fue el de Alma, el nuevo trabajo del director y guionista Juan Pablo Martínez. 

Florencia Otero, Carolina Kopelioff, Guillermo Pfening, Pasta Dioguardi y otros integrantes del elenco acompañaron al director en la presentación, quien afirmó: “Esta es una parte del maravilloso elenco que tuvimos en la película. Quiero agradecer no solamente a todos los actores que participaron, sino también a todo el equipo técnico increíble que siempre me acompaña”. Luego, agregó: “Hacer una película independiente es muy difícil, necesitamos la ayuda de mucha gente. En especial quería agradecer a todo el equipo de Señas en Acción (SEA), que entrenaron a Flor (Otero) y a Caro (Kopelioff) para la película”. 

Antes de la proyección, Martínez contó: “Lo que me interesaba contar era esta situación de Alma, que es parte de una familia que no está preparada para recibirla, más todo el conflicto que tiene ella con su entorno para lograr imponerse, y un secreto familiar con respecto a su identidad que la pone en jaque. Filmamos a fines de 2021, ya pasada la pandemia. Estábamos ensayando la película para filmar en abril del 2020, pero tuvimos que parar los ensayos”.

Por último, el director agregó: “Esta película es parte de una trilogía. Alma es la última, por lo cual, también, es como el final. Emma es la primera, Lucía fue la segunda. Es una trilogía que tiene que ver con los sentidos, digamos. Son tres mujeres que, por distintos motivos, no pueden comunicarse a través de la palabra dicha”.

La película presenta a Alma, una joven nacida con hipoacusia cuya pasión es el buceo y su lugar en el mundo es el agua. La muerte de su madre hace que, junto a su media hermana Julia, deban llevar adelante el negocio familiar, una posada ubicada en la Patagonia que ofrece, como una de sus principales atracciones, llevar a los turistas a bucear. La relación entre las hermanas se complica por cuestiones de celos y, especialmente, por un secreto familiar oculto hasta ese momento.